Retrospeccion

Estacionamiento Denver Mall. Muy tarde.

Que agitado, es demasiada chamba. Cada noche es distinta, las farolas alumbrando las resbalosas y húmedas pistas, el cielo tan negro con algún titilar de alguna estrella lejana, el aullido de algún animal rogando por comida, la peste de los callejones y la peste que los habita, escondrijos de la peor basura en las calles, bares y prostíbulos que esperan el caer de la noche para deleitar el bajo instinto humano, violencia, robo, asesinato… pues bienvenido, aquel es mi hogar, o si pudiese llamarlo como tal.

Así como en las mañanas, las noches nunca son para descansar,  el ritmo de vida es también muy agitado. Y al igual que muchas otras, estoy de turno.

Vaya que correr en estas pistas es todo un reto, con cuidado de no tropezar. Mi objetivo está a unos metros de mí, vaya que es rápido. Maldita la hora que tuve que elegir este trabajo, maldito mas bien el que me contrato… o maldito yo por aceptarlo. Aunque, es muy tarde para aquella rata. Quien hubiera pensado que un tipo como él, héroe de guerra, casado con una maravillosa familia, una maravillosa esposa e hijos, sin olvidar la mascota claro… estaría corriendo por salvar su vida, por unirse al "lado oscuro" (que pintoresco), traficando con Winterskiev, ruso mafioso, el papi de la droga y sucios tratos de estos días, llamo a mi puerta pidiendo llenarle de pólvora a ese tipo que no quiere "contribuir más por la causa"; vaya que algunas personas también piensan, pero dentro de la mafia solo piensa como salir vivo, o continuar, o morir. Pero bueno, tu aceptaste unírtele, muy bonito, ¿no?, era hora de que pagues por tus pecados.

- Creo que no tienes por donde huir.
- ¿Realmente lo harás?
- Uhm… lo lamento, pero es mi trabajo.
- Ok, entonces cumpla con su trabajo pues, tienes familia? Tienes hijos? Ah? Que sepan la peste que eres!
- Tus palabras antes de morir?
- Ugh

Certero golpe, auch! Debe doler.

- No…
- Pero que…

Así muchas cosas pueden suceder en tu puta vida, un nacimiento, un aniversario, un robo, una boda, muerte de tu padre, tu primer auto, tu primera vez… aquella noche sentí que podía dejar de ahogar ese grito incontrolable dentro de mí y sentir… paz.

Solo fue un instante, un rayito de luz choco contra algo cayendo del bolsillo de ese sujeto. Fue algo muy hermoso, al menos lo más hermoso que haya visto en aquel sitio. Ya no podía ocultarlo más, realmente éramos muy parecidos. La rata, jaja ambos éramos unas ratas. La sonrisa de esa mujer llena de vida y aquella bella niña riendo, a pesar que era muy pequeña la fotografía notaba amor en ese relicario.

Un tipo como yo, alguna vez fui así, tan lleno de vida. Bastante curioso cuando niño y muy playboy cuando joven. Cuando me enliste y todo cambio para siempre.

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Tuve una buena vida, pase de un arenal con juegos mecánicos, a un arenal con juguetes enormes de destrucción masiva. Mi general, tan parlanchin que de 10 palabras 9 eran pura mierda.

Siete años sirviendo a mi país, uff . El frío y la humedad de Europa, específicamente Francia, o en ultima o primera fila era lo mismo. La incertidumbre y el miedo terrible que en cualquier momento un explosivo te rebanase la pierna, el brazo, la cabeza, o simplemente morir desangrado o como prisionero. Tuve tantos encuentros y desencuentros, victorias, bajas y recontrabajas, que así llegue a ser comandante de una tropa. Vi morir a tantos, vi llorar gritar de dolor, sufrimiento, rogando volver a casa, rogándole a mamá que los saque de ese arenal de sangre.

Cuando regrese, la vida ya no tenía sentido. El miedo no desaparecía y la gente se veía tan normal, y aún así lo sentía tan extraño que al sonido de un cohetecillo en navidad me ponía alerta permanente y el ademán de tomar un arma transparente en mi cinturón alertaba a mi esposa quien trataba de tranquilizarme – Es solo un petardo, no hace daño -  pero no le entendí y fue un momento cuando fui rudo con ella, el ademán de querer golpearla y su expresión, nunca lo olvidare.

Pero eso solo fue el comienzo, ya no podía estar en esa situación, mi miedo, el grito dentro de mí, no querían desaparecer. Pedí a dios una segunda oportunidad pero Él  no me la dio, así como mi esposa que se fue con mis hijos, para luego ser llevado a corte por conducta violenta en el hogar. Termine solo en las calles, ya amigos, familia, los perdí. Comencé a vivir solo en aquel callejón donde nadie los recuerda y nadie quiere conocer, los desterrados de la sociedad, la basura andante… Comencé mi trabajo como asesino a sueldo, y a pesar de ser tan terrible y agobiante, me sentía en casa. Mi campo de batalla nuevamente, y con mis propias reglas, mi propio juego de cazador cumpliendo misión tras misión… mis manos llenas de sangre nuevamente y jalando del gatillo y terminando de una vez con el objetivo. No elegí yo esta vida, pero, ¿y quien no?  

- Tú no sabes en que te has metido.
- Lo se… no me lo repitas carajo!
- Qué de tu esposa, tus hijos!
- Los amo demasiado… pero no podía mantenerlos, no tenia otra que elegir este camino!
- Y por qué no buscaste solución? Por qué?!
- Por que no podía… deudas, alimento, la sociedad, culpa… simplemente... soy un bueno para nada, no tengo solución, estoy muerto por dentro!

"Estoy muerto por dentro…"

Inevitablemente recordé a un sujeto llorar por su vida, vistiendo el uniforme contrario, lo asesine. Y así a muchos otros, tantos cayeron bajo mi arma. Nuevamente me encontraba en aquella situación.
Como no sentir lastima y tanta culpa a la vez…  No, ya no… mis amigos, mi familia… mi querida familia, yo…

¿DONDE ESTOY?

Pero, ¡Oh Dios!, Tú que estas sobre nosotros,

ESTA MUY OSCURO.

Si en realidad existes, por favor,

TENGO MIEDO

Dame paz.

- Ruega e implórale a tu Dios.
- Tengo miedo…
- Trataste de ser un buen hombre, aunque hayas cometido tantos pecados.
- No me mates…
- Intentaste con todo lo que pudiste por cuidar y amar a tu familia.
- Ugh…
- Pero eres tan cobarde - "cobarde" – Que no pudiste y te dejaste caer.
- …
- Tuviste una buena vida tío, tus amigos y familia te aman, ya deja de maldecir como si no hubiera solución a nada.
- …Mátame ya!
- …solo… no la cagues más.
- Uh?...

BANG

.
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Dicen que tu vida pasa corriendo como cinta de película en un segundo. Yo, lo sentí como una eternidad, realmente me gusto. Estoy muy cansado, por favor Carol ¿me puedes preparar un café?, gracias. No, no, Carlos, Eva, ¡papá esta ha tenido un día muy atareado! Después jugamos, ¿les parece? Creo que ahora si puedo recostar mi cabeza y descansar, terminé el trabajo por hoy, me siento tan relajado.

Martín Cespedes murió en esos 7 años de lucha. Lo que volvió a casa fue un sujeto sin corazón, sin brillo en los ojos, convertido en un alma de guerra vagabunda. Pero puedo decir, que en estos momentos cuando la sangre nublaba mi vista, el dolor era tan agudo que ya no lo sentía, ¿extraño no? y viendo aquel manto negro sobre mi, una estrella se había formado, ahí me esperaba otro lugar donde cerrar mis ojos, por fin puedo decir, que me encontraba en paz.    

FIN